Agradecido a la Editorial Letra Latina por confiar y publicar mi tercer libro el segundo semestre de 2020
El Perro de Fuego
Soy el perro de fuego
hecho de la flama primordial
habitando en tu centro
no tengo dientes, pero muerdo.
Soy tu memoria, la olvidada,
oculta, y yo te la recuerdo
Sin forma, solo pura llama
pero si quieres pensar una forma
es la de un perro
ardiendo dentro tuyo
aunque por años no me sientas
(es que no me llevo muy bien con tu cerebro)
Soy el observador
tu pase al otro mundo
el que no estás viendo
sé de tus mezquindades
tus cobardías y tus miedos,
tus obscenidades diarias
tranquilo, que no juzgo
pues todo lo entiendo
Porción universal de fuego
en tu corazón, adentro
fuera de la forma y del ser
fuera de este mundo de consensos
pero si quieres imaginarme
hazlo como a un perro
en tu corazón
ardiendo…
¿Qué es la realidad?
Sino un pacto silencioso
un gran acuerdo
pacto que sostiene al mundo
lo edifica, lo crea y lo mantiene
la diferencia entre loco y cuerdo.
Vivo y ardo fuera de ese mundo
de arreglos, razones y conceptos,
en los parámetros de la realidad
no existo y, así y todo
soy en los dos mundos
Soy el perro de fuego.
Soy un perro mas no ladro
no tengo un cuerpo, pero existo
no tengo dientes, pero muerdo
no, no tengo cuerpo, pero memorizo
incorpóreo, impecable
implacable e ígneo
soy el perro de fuego
oculto en tu interior
fuera de tu cuerpo
en tu centro, y en tu cuerpo mismo
no siento compasión humana,
ni siquiera compasión conmigo.
Soy la percepción
soy lo que percibo
soy el perro de fuego
soy el testigo.
Los Dioses y los hombres
te apabullan, te adormecen
esclavizan tus sentidos
oídos y corazón tapados
para que no escuches mis ladridos
para que no despiertes,
y un día cualquiera, la muerte
te ciegue, te coseche y los alimentes
sin haberte percatado
de que existiendo,
tú lo haces y yo existo…
Soy el perro de fuego
el portador de la llave
soy la pequeña porción de Poder
de saber
que te ha dado el infinito
soy el sin forma y no creado
desprendimiento espontáneo
de la energía avasallante
del Todo y más allá
de lo conocido.
Carezco de forma
pero imagíname como a un perro
en llamas.
Soy el perro de fuego
y en ti resido.