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miércoles, 26 de septiembre de 2018

De Profundis ( Vicente Arnol)


Sin ánimo de polémica hay algo que debo decir, en mi opinión Bukowsky está sobrevaluado.
  Considerar poeta "maldito" a un tipo que aceptó ser mantenido por un "mecenas" para escribir más tranquilo cosas que pueden decir un gran número de borrachos en  cualquier esquina (lo dice alguien que ha sido borracho por mas de 30 años), me parece una sobrevaloración innecesaria.
  Cuando pienso en la muerte de un Lorca, en las penurias de un Miguel Hernández, en un Artaud freído a fuerza de electroshocks intentando desnudar su espíritu en la búsqueda de un nuevo verbo aún no creado, (por citar sólo algunos ejemplos), esa sobredimensionada admiración hacia Bukowsky que veo a diario en las redes sociales cada vez me asquea más.
  Dicho esto, intentaré aportar mi granito de arena para que aunque sea algunas personas conozcan esta obra maestra escrita por Vicente Arnol estando preso en el penal de Usuahia (ubicado en la zona más austral de Argentina) .
  Se supone que lo escribió en el año 1930 y falleció cumpliendo condena en el 32. Esta  poesía que compartiré con ustedes fue traspasada de boca en boca por los presos que lograban sobrevivir a las condiciones infrahumanas del antemencionado penal (en su mayoría anarquistas).
  Este es mi pequeño aporte y mi homenaje a mi abuelo (un albañil que no pasó de tercer grado de primaria, borracho como "Buko", y el mejor recitador de poesía que he oído) y, sobre todo, a Vicente Arnol, dónde sea que se encuentre su alma ( si tal cosa existe) por esta, su poesía (en mi opinión una de las 3 o 4 mejores que he leído en mi vida).
  Vicente Arnol, un verdadero poeta maldito, ¿ o bendito?



DE PROFUNDIS

En la humana comprensión
con majestad grave y muda,
germina en todo la duda,
según mi interpretación
las cosas son y no son
por  ley de su propio ser;
nada es eterno a mi ver,
pero fin tampoco tiene,
del hoy, el mañana viene
y el hoy viene del ayer.


Es precepto establecido
de la vida en el concierto,
que el vivo muere,
y el muerto, vive,
en polvo convertido.
Todo lo que ha sucumbido
perdura y perdurará;
el vivo en acción está,
como el muerto,está en acción,
cual punto de intersección
entre el ser y el que será.


El hombre vivo, se agita
sosteniendo su defensa
con un cerebro que piensa
y un corazón que palpita.
La vida que se le quita,
se le da a su cuerpo inerte,
de modo que lo convierte
en todo lugar y esfera,
en breve compás de espera
entre la vida y la muerte.


Cuando se anhela romper
de lo real y lo ficticio,
el complicado artificio,
se interpone el puede ser.

Si promedia el suponer
entre mentira y verdad,
por razón de afinidad,
entre la sombra y la luz,
surge también el capuz,
que es sombra de claridad.


Los muertos en vida están,
los vivos en muerte bregan;
unos vienen y no llegan,
otros llegan y se van.
Los vivos son y serán
y si mueren, se examinan,
son cuerpos que peregrinan
por el misterio empujados,
porque hay vivos sepultados
como hay muertos que caminan.


Uno, mucho, menos, más,
parte, mitad, todo, nada,
tienen la ruta marcada,
del siempre nunca jamás,
del sí, del no, del quizás,
puede el tiempo establecer
que, si la vida es poder,
no es menos poder la muerte,
que en la vida se convierte
en la muerte de su ser.


El hombre quiere la vida
y al hombre la muerte quiere;
el hombre es materia y muere;
la vida es muerte vivida
la muerte a vivir convida,
la vida a morir señala,
y en un derroche de gala,
cuando ajustan su cadena,
si la vida es cosa buena,
la muerte no es cosa mala.


Cuando el cuerdo viene loco,
loco es un cuerdo al revés,
si lo que ha sido ya no es
no deja de ser tampoco...
Y si en su medio coloco
vida y muerte, se deduce
que la muerte se trasluce
cuando la vida se apaga;
la vida es muerte que vaga
la muerte es vida que luce.


Por eso, cuando pensando,
que, bien sin querer, yo quiero,
alcanzar lo que no espero
pero que vivo esperando,
la vida me está anunciando
la muerte dentro de sí,
y, si muerto vivo así,
vivo, muero en un segundo;
pues no vivo para el mundo
y no he muerto para mí.  


Estoy sepultado vivo,
pero, con todo, no he muerto:
vivo muerto, eso es lo cierto,
en mí suerte de cautivo...
argumentando el motivo
de que vida en muerte soy,
a la muerte en vida voy,
pues, visto de todos modos,
soy un muerto para todos
pero existo donde estoy.


Vicente Arnol

jueves, 20 de septiembre de 2018

De una precoz nocion sexual (y de poder)



De una precoz noción sexual
( y de poder)

El pibe tiene unos ocho años. Viaja con papá y mamá en el colectivo a visitar a su abuela. Con papi y mami, con la familia y, hasta ese día reina la inocencia (o por lo menos es lo que el  adulto-pibe recuerda).
A la altura del hospital de Granadero Baigorria, (que hasta hace unos años se llamaba Policlínico Eva Perón, y Granadero Baigorria se llamaba Paganini), hay un retén militar que hace detener el transporte público y bajar a sus pasajeros.
Al lado del pibe, en esa hilera de manos contra la carrocería para ser requisados, una chica de unos veinte años, morocha, linda, el chico la mira pensando “ cuando sea grande quiero tener una novia como ella”.
El nene nunca ha presenciado más que un “piquito”, muy fugaz por cierto, y muy a las perdidas entre sus papis. Para el pibe todo el platónico… aun. Sigue mirando (ya con tinte de enamoramiento) a la mujer de al lado, lleva un pantalón negro como su pelo y un gamulán con esos broches de madera que tanto se usan.
Mientras avanza su arrobamiento con la morocha va avanzando la requisa de los soldados. A él lo revisan y a veces no, por la edad debe ser. El soldado (no recordará con los años si llevaba tiras. Aunque pueda ser que si, cabo o cabo primero tal vez), lleva colgado del hombro un F.A.L (fusil automático liviano). Años más tarde el pibe ya hecho hombre llegará a pensar que bien podrían haberle agregado “operativo” u “operacional”… “opcional…, no, opcional seguro que no, al nombre del fusil. F.A.L.O.
Al llegar a la morena, a la futura “novia ideal” del chico, el soldado le dice que se desabroche el gamulán (para comprobar que no lleve armas, piensa el nene). Las manos contra el costado del bondi, las piernas abiertas, y la camisa blanca que apenas puede ocultar lo que la naturaleza le ha dado a la morocha de sus sueños, dos pechos hermosos, que el milico palpa concienzudamente no vaya a ser que lleve una bomba o algo así escondida no?). Le palpa las tetas, las tantea, las acaricia, dejando bien en claro quien es el dueño del cuerpo de la piba en ese momento, el que lleva el F.A.L.O colgando.
El pibe siente un temblor por todo el cuerpo. La cosa dura tan solo unos segundos pero, para el chico es una eternidad, ve todo de cerca y recibe varias lecciones en un tiempo muy breve.
Nadie abre la boca, todos saben lo que está pasando, pero nadie dice nada, el miedo se palpa en el aire como le palpan las tetas a la morocha, como le palpan las tetas  a su “novia”.
Es la primera vez que el nene ve de cerca un acto de carácter sexual, es la primera vez que siente impotencia en su vida, empieza a darse cuenta ese día que, el dueño del F.A.L.O manda. Que el que posee las armas tiene el poder. Que la cosa no pasa por la edad o el género (aunque los incluya), que la tocada de tetas es para todos los que están parados con las manos contra el colectivo, esa palpada de armas y de tetas, les deja en claro a todos que el que manda es el dueño del fusil, del FALO, en síntesis, el dueño del Poder…, el pibe tiene un curso acelerado de sexo, de poder, y de impotencia en pocos segundos.
Todos arriba de nuevo ya, todos callados, el silencio sigue por un rato, igual que el viaje a la casa de la abu, con papá y mamá. Ese chico ya no es el mismo, va haciendo fuerza para no llorar… El padre con la mano en su hombro le da unas palmaditas en silencio como diciendo “ya va a pasar”

miércoles, 19 de septiembre de 2018

Adrianita

Adrianita

Adrianita tiene unos diez años, es pobre, (aunque todavía no lo tenga muy claro), va a una escuela pública y tiene una mente y una inteligencia que la hace sobresalir del resto de sus compañeros. A la seño Norma no se le escapa ese detalle, es cada vez más conciente del potencial enorme que tiene Adrianita, por eso quiere hablar con sus padres para conseguirles una posible beca escolar que les mejore la situación.
La seño Norma no la tiene fácil, el padre de Adrianita es un comunista veterano que descree de las instituciones burguesas y, para él, la escuela es una de ellas. Así que habla que te habla con Adrianita la seño Norma, intenta convencer al padre de hacerle una visita a su casa para charlar sobre el tema.
Adrianita admira profundamente a la señorita Norma, pero no por ser la maestra, no por su inteligencia sino por otras cosas. Adrianita adora el porte de la señorita Norma frente a la clase. La ve llegar al aula con esos tacos finísimos, portando esas hermosas carteras y algo dentro de Adrianita se incendia. Se ve ella misma así de grande, llevando esos tacos, esas carteras, bien maquillada, igual que la señorita Norma.
Llega el día que, tanto habla que te habla, Adrianita convence a su padre de que la señorita Norma venga a la casa para mantener una charla con él sobre el futuro escolar de Adrianita, una posible beca y cosas por el estilo.
El día llega, Adrianita se la ha pasado limpiando, barriendo y barriendo más y más el piso de cemento de la casa hasta casi sacarle lustre (a falta de mosaicos), ha dejado la casa impecable, al igual que la ropa de su papá. Lo mismo con su pollerita y su treintiúnica camisita blanca, refregada, blanqueada), enjabonada en la pileta con pan blanco y vuelta a blanquear al sol…, y vuelta a lavar.
El corazón de Adrianita palpita incontenible en su pecho esperando a la señorita Norma, convenciendo por última vez al padre de que todo es para bien, haciéndole recomendaciones, hablándole maravillas de la señorita Norma mientras el papá la mira en silencio, risueño y cariñoso.
La ansiedad lleva a Adrianita a esperar a la señorita Norma afuera, en la puerta del frente, nerviosa, aguarda la llegada de su ídola de la infancia, hasta que, la ve doblar la esquina y venir hacia su casa, la silueta de la señorita Norma recortada con el sol mañanero a sus espaldas. La señorita Norma es el SOL para Adrianita.
Pero al acercarse más, algo da un vuelco en el más profundo interior de la nena. Piensa que debe haber un error, la seño Norma viene sin tacos, sin esos hermosos tacos que suele llevar tan bien. Lleva puestas unas chatitas, alpargatas, zapatillas o algo así y, en vez de una de esas finísimas carteras que tanto le gustan ver a Adrianita, colgando de su hombro, la seño Norma trae un bolso común y corriente de los mandados.
Al acercarse más, la seño Norma saluda sonriente con su mano pero, lo que Adrianita ve es, que viene sin rastro de maquillaje.
Algo se quiebra en su interior, algo le oprime el pecho, algo estalla dentro y piensa, “se disfrazó de pobre”, la seño Norma ¡se disfrazó de pobre!
La reunión con el padre es cordial, rutinaria, llena de cumplidos, pero, Adrianita ha trocado su risa radiante de hace un rato en una mueca triste que simula una sonrisa…, se disfrazó de pobre, sigue repitiéndose para sus adentros.
Algo se ha roto para siempre dentro de Adrianita y, algo se le ha hecho profundamente real, la consciencia de su propia pobreza. La seño Norma ha caído a sus ojos y, sin proponérselo, ha arrastrado consigo a Adrianita en esa caída, Adrianita, que nunca volverá a ver el mundo de la misma manera
Mientras sigue retumbando en sus entrañas: se disfrazó de pobre, ¿Por qué hizo eso?, ¿ por qué la seño se disfrazó de pobre? A Adrianita algo le oprime el corazón…, y seguirá haciéndolo durante muchos años.








lunes, 10 de septiembre de 2018

No Podran














No podran
robarnos el futuro
no podran.
Podran asarnos como a brujas.
Si, eso si podran.
Depostarnos como a reses,
si, si podran.
Machacarnos a garrote,
o cortarnos el cogote,
si, si podran.

Arrebatarnos los sueños
No podran
Podran aplastarnos,
derrotarnos mil veces.
Si, eso si podran.
Esquilmarnos, hambrearnos y engañarnos,
si, pueden todo eso y mas.

No podran quitarnos el mañana
No, no podran.
Pues tenemos "eso"
que no se compra ni vende
"eso" que no entienden
"eso" que no sienten.

¿ podran vencernos?
No. No podran.

lunes, 3 de septiembre de 2018

Piloto Automático



Piloto Automático



El viernes y termina la semana
y comienza lenta la agonía
Es noche y me emborracho yo de nada,
y de nada se muere el alma mía

Viernes laberíntico de alcoholes
Sabado de resaca, sin algarabía.
El sábado culpable ahoga viernes
en un domingo de melancolía.

Luego resucito y no se cómo
después de pasar muerto por tres días
Normal y automático, como todos,
me pregunto: ¿donde esta la vida?

domingo, 2 de septiembre de 2018

Panico

Se estira la fibra
raiz del cerebro
no quiero tensarla,
por dios que no quiero.
Si tenso la cuerda
me rompo, me quiebro
me astillo, me pierdo
sin morir me muero.
Traspaso los muros
del dia, del sueño,
no tensar la cuerda
que no estalle mi cuerpo
que no quede vencido
a merced del miedo,
de panico atado
sin rumbo ni tiempo.
Se tensa la cuerda
quiero estar cuerdo,
cuerdo sin cuerda
que se tense, ni miedo.
No quiero locura
la soga en el cuello
¿locura es poesia?
Poesia no quiero.


sábado, 1 de septiembre de 2018

Se Impecable

Con solo sacar la lengua
puede palparse
esa sombra densa
nos palpa,
nos saborea,
nos  invade.

El mundo oscuro paralelo
nos infiltra las carnes
esa tiniebla espesa
nos abraza,
nos besa,
nos lame.

Oscuro paroxismo de odio
intoxicando el aire.
Fisura en la represa
nos inunda,
nos drena,
sin escape.

Equilibrate en tu centro
en tu corazon que late
en tu corazon y no en tu cabeza,
Ten calma,
pelea,
se impecable.